Heartstopper es una serie reciente de Netflix que se destaca de otros programas con un LGBTQIA+ temática, lo cual para mí es un punto súper positivo ya que diferencia a Heartstopper del resto de series disponibles en Netflix.
La serie se inspiró en gran medida en los cómics de Alice Oseman, quien también se desempeña como guionista y productor ejecutivo en este sensible proyecto, dirigido por Euros LynCon exactamente 8 episodios, seguimos a jóvenes en su viaje de autodescubrimiento y en conflictos que muchos de nosotros ya hemos olvidado.
La trama gira en torno al personaje de Charlie, un adolescente tranquilo, empático y dedicado a sus estudios, que lucha por sanar las heridas del acoso masivo que recibió el año anterior en la escuela después de que sus compañeros descubrieran su sexualidad y se declarara gay.
Todo cambia drásticamente con el nuevo año escolar, y la vida de Charlie adquiere un nuevo cariz cuando empieza a sentarse junto a Nick, un estudiante un poco mayor, relativamente popular y destacado en el equipo de rugby, pero que alberga muchas dudas sobre su sexualidad. Con el tiempo, una verdadera amistad se transforma en algo sincero y apasionado.
A primera vista, Heartstopper parece centrarse únicamente en este romance improbable con una fórmula cliché —es lo que pensé en los primeros minutos—, pero no, la serie logra explorar mucho más que eso, de manera delicada e inteligente.
A medida que avanza la historia, Charlie supera los obstáculos de la adolescencia con el apoyo de un grupo de amigos, lo que ilustra cómo debería ser una red de apoyo ideal. Charlie también enfrenta momentos de inseguridad a lo largo del drama, pero no está solo.
El grupo de amigos de Charlie incluye a Tao, su mejor amigo heterosexual, que es sobreprotector y celoso; Elle, una estudiante trans que antes estudiaba con los chicos y ahora asiste a una escuela de niñas cercana; e Isaac, un personaje tranquilo que desafortunadamente no recibe mucha atención en la historia.
Los episodios de Heartstopper están llenos de diversidad, presentando a Tara y Darcy, una pareja que también está pasando por un momento importante al declararse públicamente como lesbianas y enfrentar los desafíos que esto conlleva en su vida escolar, aprendiendo a lidiar con el bullying y las situaciones incómodas.
Con mucha ligereza, muestran que, a pesar de las dificultades, hay belleza en ser quien uno realmente es sin miedo a ser feliz. La serie también destaca la importancia de ilustrar las diferentes etapas del proceso de autoaceptación durante la adolescencia, no solo el descubrimiento de la sexualidad, sino también cómo afrontar adecuadamente las consecuencias.
Heartstopper en general presenta los desafíos reales y tangibles de la adolescencia de un joven adolescente homosexual en un tono dulce sin perder la esencia de una historia que infunde esperanza en muchos corazones: que la vida puede ser complicada cuando eres diferente, pero también placentera y gratificante al final.
Me alegró bastante ver un proyecto tan noble como Heartstopper. Es interesante seguir los 8 episodios, que, aunque cortos, logran explorar debates muy pertinentes. A pesar de su corta edad, los personajes gestionan los conflictos con mucha madurez, especialmente durante diálogos nada forzados, algo que ocurre en otras series.
Además, a lo largo de los episodios, se pueden notar elementos gráficos que hacen referencia al estilo artístico del cómic, como corazones y hojas, que varias veces indican el paso de un momento a otro.
Aquí también se nota la gran diferencia que supone contar con la presencia del autor original en una producción, asegurando su visión como alguien que conoce íntimamente a sus personajes y sus viajes.
Mientras veía Heartstopper, honestamente no entendía el motivo de estas transiciones y animaciones, pero después de investigar más sobre la obra original en formato de libro, pude comprender mejor por qué la dirección eligió mantener esta característica original.
Todos los añadidos que el guión trae a la pantalla son coherentes con la historia original, después de investigar y profundizar en la obra después de ver la serie completa, explorar un tema o simplemente dar más espacio a tramas adyacentes que no fueron exploradas en el cómic original.
Más allá de la sexualidad, la historia de Heartstopper arroja luz sobre temas con los que todos podemos identificarnos, como la valoración de los sentimientos, la autoestima y la superación de estigmas. Heartstopper es una serie acogedora, sencilla y real que grita sí al amor, acepta las diferencias y muestra lo bien que se siente abrirse a uno mismo.
Veredicto
- Guion
- Dirección
- Elenco
- Historia
- Banda Sonora
Resumen
Heartstopper es una serie increíble. Más allá de la sexualidad, su historia plantea diversos temas de reflexión y, en general, la mayoría de la gente se identificará con ella, como la apreciación de los sentimientos, la autoestima y la liberación de estigmas.
El punto fuerte de la serie Heartstopper es que retrata las relaciones homosexuales sin crear ciertas situaciones en las que el discurso “militante” despunte de la trama y se vuelva literalmente demasiado aburrido.
Además, en casi cada momento en el que la homosexualidad de alguien es un signo de confrontación, la serie Heartstopper trata esto de una manera que abre espacio para el conocimiento, pero de una manera que invita al debate para todos los espectadores.
Heartstopper también consigue con maestría liberar aquellos lazos que reprimen tu verdadera personalidad al pensar en lo que los demás pensarán de ti o en cómo criticarán a los demás.
Finalmente, a pesar de algunos pequeños fallos de grabación, transición y continuación, Heartstopper es una serie acogedora, sencilla, real, pero que aporta un pilar importante: la importancia de ser uno mismo y amar sin miedo a ser feliz.
Para escribir esta reseña sobre la serie Heartstopper, la vi con mi novio Matheus Araújo, ¡y tanto él como yo la recomendamos a todos! ¡Eso sí, no olviden preparar las palomitas! 🙂