Dead Rising 3 es una de las entregas más conocidas de la serie de zombis de Capcom. Lanzado como exclusivo para Xbox One, el juego ofrece su característico humor negro a una nueva generación, ambientado en una vasta ciudad invadida por voraces no muertos. ¡Aquí está mi análisis!
La trama de Dead Rising 3 es sencilla: un hombre llamado Nick (sin apellido) sobrevive milagrosamente a la epidemia que ha asolado Los Perdidos (un sustituto de Los Ángeles). Junto con un pequeño grupo de supervivientes, solo tiene seis días para encontrar la salida de la ciudad.
Para lograrlo, Nick y sus amigos se enfrentan a diversas misiones repartidas por Los Perdidos: eliminan hordas de zombis, buscan objetos y completan diversas tareas. Por desgracia, la historia no consigue engancharte más allá de su premisa básica.
El mayor problema de Dead Rising 3 es que, a pesar de una campaña bastante larga, sus docenas de misiones se vuelven repetitivas y francamente aburridas después de unas pocas horas. Esos largos recorridos a pie (o en los pocos vehículos disponibles) por la extensa ciudad cansan rápidamente.
Además, la dificultad de la campaña fluctúa drásticamente. Los periodos de progresión fluida se ven interrumpidos abruptamente por secciones extremadamente difíciles que a menudo requieren decenas de reintentos. Para colmo, el minimapa, que solo muestra un marcador con la distancia en metros, resulta confuso e inútil para navegar hacia los objetivos.
Como en un juego de rol, Nick gana puntos de experiencia eliminando zombis y completando misiones. Estos puntos desbloquean nuevas habilidades y mejoras, como aumentar la salud, ampliar el inventario o especializarse en la creación de armas y vehículos.
Un punto culminante es la gran creatividad en la creación de armas: en Los Perdidos puedes convertir casi cualquier cosa en una herramienta para matar zombis: sillas, mesas, escaleras, rifles, cuchillos y más. Incluso puedes combinar objetos para crear equipo más poderoso, al estilo de juegos como Destiny.
El control de la cámara en tercera persona es otro punto débil: el campo de visión suele resultar limitado, lo que hace que los tiroteos resulten agotadores. Algunos controles, que deberían ser sencillos, resultan torpes, sobre todo durante combates frenéticos.
El rendimiento es sorprendentemente sólido: puedes luchar en calles abarrotadas de zombis que se mueven solos sin caídas significativas de FPS. Las texturas del juego, la estable tasa de fotogramas y los buenos efectos visuales ponen a Dead Rising 3 a la altura de otros juegos de acción de mundo abierto.
Los efectos de sonido son nítidos y bien logrados, aunque rara vez destacan. La música de fondo es genérica y repetitiva, pero se escucha en un nivel bajo en la mezcla, así que la atención se centra en los zombis, no en la música.
Dead Rising 3 incluye doblaje completo y subtítulos en portugués brasileño. El doblaje presenta ocasionales problemas de volumen, pero en general es profesional. Más allá de la campaña, el único modo extra es el multijugador en línea, ya sea con un amigo o a través del sistema de emparejamiento multijugador de Capcom.
Al ser un juego de mundo abierto (sandbox), es fácil perderse, ya sea cazando zombis o buscando objetos coleccionables. Sin embargo, a pesar de esta libertad, el contenido general del juego se siente algo limitado.
Veredicto
- Gráficos
- Interfaz
- Entretenimiento
- Jugabilidad
- Características
Resumen
Dead Rising 3 es un juego de lanzamiento para las consolas de nueva generación, en este caso, Xbox One. Con algunas ideas innovadoras y discretas mejoras respecto a la pasada generación, el juego es divertido, pero resbala (literalmente) en principios básicos, como un mapa problemático y una dificultad inconsistente a lo largo de la campaña.
However, Dead Rising 3 can be an excellent option for players who have already purchased Microsoft’s console and are looking for an “interesting” zombie game. However, it is worth venturing into the city of Los Perdidos and checking out everything the game has to offer.