Aaero es uno de esos juegos independientes que me sorprendió por completo. Siempre bromeo diciendo que se siente como el "OSU 3D" que nunca supimos que necesitábamos. No es solo un juego de ritmo, ni tampoco un simple shooter. Es una fusión de música y mecánicas que, por alguna razón, funciona tan bien, incluso años después de su lanzamiento.
En Aaero, guías una pequeña nave a través de cintas de luz brillantes que pulsan al ritmo de la música electrónica. Como amante de los juegos de ritmo, el concepto ya me parecía atractivo, pero fue la ejecución lo que realmente me impresionó. La forma en que el juego sincroniza cada movimiento, cada disparo y la aparición de cada enemigo al ritmo de la música resulta increíblemente inmersiva. La primera vez que lo jugué, terminé pasando horas intentando perfeccionar una sola pista. Es así de adictivo.
La banda sonora es una mezcla de dubstep, drum and bass y otros géneros electrónicos vibrantes. Cada tema es intenso y el diseño de niveles se adapta a la atmósfera musical. En el momento en que cae una gota y los enemigos inundan la pantalla en perfecta sincronía, sabes que te espera una aventura. Dicho esto, mi mayor queja, y probablemente la única seria, es la limitada selección de canciones. Comparado con juegos como OSU, que ofrecen un catálogo casi infinito, Aaero se siente pequeño. Después de jugarlo todo varias veces, empieza a resultar repetitivo. Fue entonces cuando empecé a desear más DLC o incluso herramientas de contenido para la comunidad.
Es una pena, porque la jugabilidad es tan buena que merece más protagonismo. Sinceramente, creo que si Aaero tuviera un editor comunitario como OSU, se habría convertido en un clásico de culto con una vida mucho más larga. La mecánica es sólida, el diseño es limpio y elegante, y funciona de maravilla incluso en hardware de gama baja. Pero sin compatibilidad con mods, sin tablas de clasificación online con funciones sociales y sin posibilidad de compartir contenido, acaba sintiéndose más aislado de lo que debería.
Uno de los aspectos que más me gusta es lo intuitiva que resulta la jugabilidad una vez que te metes en ella. Al principio, es una curva de aprendizaje: intentas seguir la cinta, apuntar y disparar a los enemigos, esquivar obstáculos y seguir el ritmo. Pero el juego no te abruma. Introduce los conceptos gradualmente y mantiene una curva de dificultad lo suficientemente suave como para que nunca te parezca injusta. Dominar cada pista se convierte en un reto gratificante. Siempre tienes esa sensación de "solo un intento más", sobre todo cuando te faltan unos cientos de puntos para alcanzar el rango S.
Y hablando de clasificaciones, Aaero hace un gran trabajo fomentando la rejugabilidad. Las tablas de clasificación globales te dan la ventaja competitiva justa, y aunque carece de una mayor integración con la comunidad, aún sientes el impulso de mejorar y superar tus puntuaciones anteriores. Es un juego que te impulsa silenciosamente a mejorar sin darte la lata. Cada fallo te enseña algo. Cada carrera perfecta te da una adrenalina que te hace querer pasar directamente a la siguiente pista.
Visualmente, Aaero es un festín de brillantez minimalista. Los entornos no son excesivamente detallados, pero no necesitan serlo. El enfoque está claramente en el ritmo y la reacción, y el juego lo complementa con gráficos limpios y fluidos que vibran con la música. Desde paisajes desérticos polvorientos hasta campos de batalla cósmicos abstractos, cada nivel se siente único sin distraer de la jugabilidad principal. Los movimientos de cámara son fluidos y cinematográficos, especialmente durante las peleas con jefes, lo que refuerza la sensación de que no solo estás jugando un nivel, sino interpretándolo.
Lo que también me impresionó fue el rendimiento. He jugado este juego en diferentes ordenadores (de escritorio, portátiles e incluso portátiles) y siempre funciona de maravilla. El tamaño del archivo es pequeño, los tiempos de carga son prácticamente inexistentes y no requiere un sistema superpotente para funcionar con fluidez. Para un título independiente creado por un equipo tan pequeño, este nivel de pulido es algo que respeto profundamente.
Hablemos ahora de los desarrolladores. Mad Fellows es un estudio pequeño con un gran corazón. Se nota que pusieron todo su empeño en hacer de este juego algo especial. Hay un nivel de atención y cuidado que ya no se ve a menudo. Y por eso quiero que este juego triunfe aún más. Dominaron lo difícil: crear algo único y divertido, pero necesitan más alcance, más recursos y más herramientas para expandir lo que han creado.
Veredicto
- Gráficos
- Interfaz
- Entretenimiento
- Jugabilidad
- Características
Resumen
Sé que algunos se preguntarán: "¿Vale la pena jugarlo en 2025?". Y mi respuesta es rotundamente sí. Sobre todo si te gustan los juegos de ritmo o disfrutas de una jugabilidad trepidante que te obligue a mantenerte concentrado y enganchado. No es un título AAA masivo con cientos de horas de contenido, pero lo que ofrece es de alta calidad, está pulido y es realmente divertido. Respeta tu tiempo. Respeta tu habilidad. Y ofrece una jugabilidad que no se ve muy a menudo.
Lo que realmente espero es una secuela o una edición definitiva. Algo que tome esta increíble base y la desarrolle. Me encantaría ver nuevos paquetes de música, un editor de pistas, tal vez incluso modos cooperativos o personalización visual. Imagina poder llevar esas cintas al ritmo de tus canciones favoritas, compuestas por otros fans del juego. Ese tipo de característica llevaría a Aaero al siguiente nivel.
Hasta entonces, seguiré llamándolo OSU 3D. No solo porque comparte ese núcleo rítmico, sino también porque se siente como un sucesor espiritual de la alegría y precisión que hicieron de OSU un éxito. Si eres como yo y te encantan los juegos de ritmo que combinan música y mecánicas de formas nuevas y emocionantes, dale una oportunidad a Aaero. Probablemente te enamores también.
En resumen, Aaero es una joya escondida. Es una de esas experiencias indie que te atrapan, no porque sea el juego más grande o llamativo del mercado, sino porque sabe exactamente lo que quiere ser. Es preciso, elegante, desafiante y, sobre todo, divertido. Incluso con su lista de canciones limitada y la falta de herramientas para la comunidad, logra ofrecer una de las experiencias de juego rítmicas más satisfactorias que he tenido en mucho tiempo. Esperemos que los desarrolladores reciban el apoyo necesario para expandirlo aún más, porque este pequeño shooter rítmico tiene muchísimo potencial por explorar.